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Chicaguá

Dentro de la cosmología indígena nuestramericana, existen varias historias acerca de la creación en todos sus ámbitos.

La quebrada Monár en el municipio de Arboledas es la protagonista de esta historia, la verdad es un caso muy particular hablar de su origen, ella nace en el páramo de Santurbán y en su recorrido forma cuatro bellas cascadas en su descenso hasta el casco urbano de Arboledas, de ella se hace la captación del agua para el acueducto del mismo municipio, asimismo, se acomoda de tal manera que se convierte en unos espléndidos pozos donde las personas pueden bañarse en aguas frescas, gracias a su vegetación tiene una  capacidad de recuperación muy grande, es decir que muchas veces cuando llueve fuerte, ella a pesar de enturbiarse logra al día siguiente ser clara y cristalina una vez más.

Pero aquí comienza la historia, resulta que  justamente cuando llegaron los españoles y se hicieron los primeros  asentamientos había una española que vivía con los primeros encomenderos que comenzaron agrupar las tribus de los indígenas y empezar asentarse en el lugar, resulta que entre las 7 tribus había una llamada los  Chicaguaos quienes tenían un dialecto diferente, eran tribus de cazadores descendientes de los Caribes y las tribus del valle era descendientes de los  Chitareros que eran agricultores y entonces ellos tenían una relación comercial los  Chicaguaos que se dedicaban a la caza y vivían ahí en el bosque – de hecho hoy este lugar es conocido como la vereda Chicaguá que todavía conserva una buena vegetación y se encuentra animales salvajes – bueno en esa época los Chicaguaos también enviaban un  emisario para que llevara la carne de la caza y la intercambiara por  productos agrícolas que tenían las tribus del valle – actualmente ese recorrido se hace  en 30 minutos, pero en esa época era un camino y pues le tomaba un tiempo al indígena que elaboraba el trueque llevar la carga puesto que era pesada, aparte debía descargar y subir los productos agrícolas que se daban en el intercambio como el maíz, es importante mencionar que este grano es de origen americano y prácticamente creció a la par con los indígenas, a esta persona le pusieron de nombre Eliseo  para poderlo identificar en el valle pero él tenía su propio nombre en la tribu, Eliseo era fuerte, alto, para la  media de ellos un tipo fortachón.

Él iba cada 15 días al municipio, al valle para hacer el intercambio, en esas idas el hombre vio una mujer muy diferente, llamativa y pues en esa época ya habían hecho los españoles su capilla doctrinera que era donde les enseñaban a los indígenas el idioma y pues le transmitían los temas de religión. Bueno resulta que Eliseo llegó a la plaza donde hasta ahora empezaban los primeros bohíos indígenas y en una  de esas ve que sale una mujer espigada blanca diferente a ellos, se quedó viéndola y pues le llamó mucho la atención, ella también logró verlo así no más, de paso, pues entró a la casa de su padre que era uno de los de los  encomenderos que estaban a cargo de toda la población y de la economía del municipio desde su fundación, luego de eso Eliseo se regresó con su carga de maíz, pensando también en aquella hermosa mujer, que le gustaría ver de nuevo.

Dicen que el tiempo se le pasó super rápido y efectivamente cuando pasaron los 15 días agarró su canasta de bejuco en la que llevaba sus productos y acelerando el paso llegó a la plaza del pueblo y empezó a mirar por todos en busca de aquella bella dama y cuando efectivamente la vio Eliseo se le acercó y le pareció deslumbrante tanto que quedó flechado.

Eliseo sin embargo no fue capaz de pronunciar ninguna palabra a pesar de que quería saludarla, pero la vio muy bien y pues si antes la había visto así de paso ahora si quedó totalmente enamorado y Eliseo se fue feliz para lo alto de Chicaguá donde estaba su tribu y se quedó pensando: yo me quiero casar con esa mujer,  voy a decirle que no he podido dormir, que he pensado en ella todo el tiempo y que deseo sea mi esposa.

Paso de nuevo el tiempo y Eliseo otra vez regresó al pueblo e inmediatamente empezó a buscarla entre la gente, ella estaba saliendo de la iglesia y llegó hasta la plaza, Eliseo lleno de ánimo se acercó a ella y le iba a hablar y no pudo se quedó en silencio, pero ella se quedó mirándolo, tanto que pensó qué indígena tan diferente, tan fuerte, bonito, pero Eliseo se acobardó y no le dijo nada. Eliseo regresa a Chicaguá y una vez más toma la decisión “ahora sí, hablaré con ella pase lo que pase yo le voy a decir que la amo, que estoy loco, que no puedo  vivir sin ella”, 15 días después habló con ella y aquella bella dama lo miró mientras Eliseo le confesó su amor, su encanto y le manifestó que no podía dormir y que deseaba fuera su esposa, ella le dijo a Eliseo “usted me  parece un hombre muy apuesto, muy fuerte, pero me acabo de comprometer”.

A Eliseo se le derrumbó el mundo,  no hallaba que hacer, quedo muy triste, que lo único que hizo fue bajar la cabeza y arrancó todo cabizbajo, empezó a subir hasta llegar a su vereda y se  sentó en una piedra y se quedó allá, no comía, ni nada y fueron los indígenas a  buscarlo para saber qué había pasado y Eliseo estaba llorando y pasaron los días y los días y él no quería nada y cuando fueron resulta que de las lágrimas de Eliseo se formó una laguna y de esa laguna nació la quebrada Monár, quebrada que pasa hoy por Arboledas.

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