PAJAREAR, LA NUEVA PALABRA EN MI DICCIONARIO
Nunca antes pensé que la vida me llevara a descubrir el mundo de las aves, quién iba a pensar que en ella no solo son colores, cantos o vuelos, lo que las rodea, el sentir la paz en el silencio para poderlas contemplar es un gozo indescriptible, a veces o la mayoría del tiempo tal vez el agitado mundo, el ruido de la ciudad, de los carros, de tantos sonidos nos lleva a colapsarnos pero disponerse a la aventura de avistar aves es disponerse no solo a contemplarlas, a buscarlas en el inmenso azul del cielo y las ramas o entre las hojas de los simples o frondosos árboles, es también regalarnos un tiempo para nosotros mismos, aquel que en el día a día hemos abandonado y que a gritos nuestro ser lo pide.
¡allá hay una! susurrando al oído y de la manera más emocionada le decía al “Pajarero” (así le dicen a las personas que se dedican a buscar las aves y registrarlas), y entre paso a paso por los senderos una y otra y otra ave, son muchas las que logré Avistar, si señores Avisté más de un ave, porque Arboledas es un lugar mágico en el que hasta las aves llegan y no se quieren ir.
PERO, ¿QUÉ SE NECESITA PARA REGISTRAR UN AVE?
Para poder capturar en cada avistamiento un ave, un vuelo o un canto, es necesario contar con algunos equipos para poder identificar en detalle cada especie, los binoculares o una cámara profesional con un gran lente permite observarla en su esplendor, a los amantes de esta práctica solo es cuestión de conocer que en cierto lugar hay aves únicas y con paciencia y tiempo solo se dedican a esperar registrarla, hay más equipos necesarios pero estos son los principales, así que son solo segundos para lograr una toma o poder verlas e identificarlas porque alzan el vuelo y muchas veces van de rama en rama o simplemente se van, así que cada segundo cuenta y es sagrado.
Por otro lado, escuchar al experto o al guía también es parte de la experiencia, es algo indispensable, porque aparte de conocer más de la práctica, relata de la manera más amable las aves que se van avistando, pero entre sus palabras surgen una que otra anécdota, historia, misterio, cuento o como ustedes lo llamen, luego se les hace muy particular nombres como Piedra Gorda que data su narración desde los tiempos de la conquista de los españoles a estos territorios, Chicaguá (espero haberlo escrito bien), puente del Libertador, Pico Plata, la Feliciana, la Múcura, entre otros, descubrir Arboledas es corroborar que se está en un lugar encantador rodeado de grandes montañas y del páramo de Santurbán el más preciado y hermoso lugar.
Muchas cosas se quedan en el tintero y solo quiero dejarles un abrebocas para que, así como yo vivan el momento, darse la oportunidad de ver las aves esas que en medio de la ciudad las pasamos desapercibidas, con otros ojos. Esta es una experiencia que puedes tú lector, experto o no, vivir en familia, ¡Sé tan libre como las aves! Es la apuesta de esta nueva marca nortesantandereana.
Autor: @linapaoleal